Científicos atómicos creen que el mundo está «atrapado en un momento particularmente peligroso»
El ‘reloj del fin del mundo’ (Doomsday Clock), que representa cuánto le queda a la especie humana para su destrucción total, se ha mantenido a 100 segundos de la campanada final, tal y como lo habían dejado hace justo un año los científicos atómicos encargados de manejar sus manecillas. La decisión de no retroceder un solo segundo se debe a que persisten los riesgos que plantean la proliferación nuclear, las armas biológicas, el cambio climático, la pandemia y la desinformación, «que socava la toma de decisiones racional».
«Nueva anormalidad»
En vista de este entorno de amenazas, los miembros de la Junta de Ciencia y Seguridad han considerado que el mundo no es más seguro que el año pasado en este momento y, por lo tanto, han decidido dejar el reloj a los 100 segundos para la medianoche. «Esta decisión no sugiere, de ninguna manera, que la situación de seguridad internacional se haya estabilizado. Por el contrario, el reloj sigue estando lo más cerca que ha estado nunca del apocalipsis que acaba con la civilización porque el mundo sigue atrapado en un momento extremadamente peligroso. En 2019 lo llamamos la nueva anormalidad y, lamentablemente, ha persistido», dicen.
El también llamado ‘reloj del juicio final‘, situado en la Universidad de Chicago, se creó en 1947 ante el creciente peligro nuclear y el aumento de las tensiones entre los dos bloques. Desde entonces, se ha convertido en un indicador universalmente reconocido de la vulnerabilidad del mundo. El reloj se acerca o se aleja de la medianoche según la situación política, científica y militar a nivel global.